Estudio identifica posible conexión con el desarrollo del autismo - Viralwave gtag('config', 'G-VZXEH4WTF0'); Viralwave
Estudio identifica posible conexión con el desarrollo del autismo

Estudio identifica posible conexión con el desarrollo del autismo

En los últimos años, diversas investigaciones han señalado la estrecha relación entre la microbiota intestinal y nuestra salud en general. Desde el bienestar mental, la forma en que reaccionamos al estrés y la vulnerabilidad a enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o la diabetes tipo 1, hasta el sueño y la conducta, el impacto de la flora intestinal es cada vez más evidente.

Study identifies possible connection to autism development, a molecule produced by the immune system called interleukin-17a, or IL-17a.

Un estudio reciente publicado en The Journal of Immunology aporta nuevas pistas sobre el vínculo entre el microbioma y el desarrollo del autismo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autismo es un grupo diverso de trastornos del neurodesarrollo que afectan la interacción social y la comunicación. La OMS añade que las personas con autismo suelen presentar condiciones asociadas, como epilepsia, depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, así como problemas de sueño y conductas autolesivas.

La investigación señala que la microbiota de la madre puede tener una influencia mayor en el riesgo de desarrollar autismo que la propia del individuo. Según John Lukens, investigador principal y doctorando de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, “el microbioma puede moldear el cerebro en desarrollo de múltiples maneras y es clave para calibrar cómo responderá el sistema inmunológico del hijo a infecciones, lesiones o situaciones de estrés”.

Study identifies possible connection to autism development, a molecule produced by the immune system called interleukin-17a, or IL-17a.

El posible vínculo estaría en una molécula producida por el sistema inmunológico llamada interleucina-17a (IL-17a). Esta citocina ya ha sido relacionada con enfermedades como la psoriasis, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, además de desempeñar un papel importante en la defensa contra infecciones fúngicas. No obstante, los hallazgos sugieren que también podría influir en el desarrollo cerebral durante la gestación.

Para el estudio, los científicos trabajaron con ratones que tenían diferentes microbiotas intestinales. En un grupo, las bacterias estaban asociadas con una respuesta inflamatoria más fuerte mediada por IL-17a; el grupo control no presentaba dicha condición. Cuando los investigadores suprimieron artificialmente la IL-17a en las crías, ambos grupos mostraron un comportamiento neurotípico. Sin embargo, al suspender la intervención y permitir que los ratones se desarrollaran de forma natural, los del primer grupo manifestaron conductas típicas del autismo, como comportamientos repetitivos.

Study identifies possible connection to autism development, a molecule produced by the immune system called interleukin-17a, or IL-17a.

Posteriormente, los científicos realizaron un trasplante fecal transfiriendo bacterias proinflamatorias de los ratones del primer grupo a los del grupo control. Tal como se esperaba, los animales del segundo grupo también desarrollaron comportamientos similares al autismo.

Aunque el estudio se ha realizado únicamente en ratones, abre la puerta a futuras investigaciones que podrían determinar hasta qué punto la salud intestinal de la madre contribuye al desarrollo de trastornos del neurodesarrollo.

30 Totally Wild Medical Facts You Need To Read

Lukens subrayó que el siguiente paso será identificar características del microbioma en mujeres embarazadas que puedan correlacionarse con el riesgo de autismo. Asimismo, planteó la posibilidad de encontrar formas seguras de modular el microbioma materno durante el embarazo.

Sin embargo, advirtió que bloquear la IL-17a para prevenir el autismo podría ser riesgoso, ya que el embarazo requiere un delicado equilibrio inmunológico para mantener la salud del embrión. “El cuerpo está aceptando un tejido extraño, que es el bebé”, explicó el investigador. “Manipular el sistema inmunológico en este proceso siempre implica riesgos”.

Finalmente, Lukens destacó que la IL-17a es solo una pieza pequeña de un panorama mucho más amplio, y que existen muchas otras moléculas que deberán ser estudiadas antes de llegar a conclusiones definitivas.

Related posts

New articles