Una mujer pasa 10 años criando a 4 hijos en casa, su esposo se queja de que él es el único que trabaja – Historia del día
Alison había sido ama de casa durante diez años, dedicada por completo a sus cuatro hijos. Aunque había dejado de lado su carrera profesional, nunca se quejaba y mantenía el hogar en orden mientras su esposo, Henry, trabajaba fuera. Sin embargo, con el tiempo, él comenzó a criticarla, diciendo que no hacía nada y que él era el único que trabajaba duro.

Una noche, después de una discusión en la cocina, Alison le propuso a Henry intercambiar roles: él se quedaría en casa y ella iría a su oficina. Seguro de que sería fácil, él aceptó el reto.

El primer día fue un desastre: Henry quemó el desayuno, confundió los uniformes escolares, olvidó libros y hasta llevó a casa a una niña que no era su hija. Luego mezcló ropa blanca con de color en la lavadora y arruinó la cena. Aun así, insistía en que podía con todo y rechazaba ayuda de Alison.
Durante tres días, la casa estuvo patas arriba. Pero el cuarto día, Alison regresó del trabajo y se encontró con una casa limpia, la cena servida y los niños bien vestidos. Sorprendida, felicitó a Henry, quien confesó que había contratado a una empleada doméstica.

—No pude con todo —admitió—. Subestimé tu trabajo. Lo que haces requiere esfuerzo, organización y mucha paciencia. Tú ganas.
Desde entonces, Henry volvió a su empleo, pero con una nueva perspectiva. Ya no volvió a quejarse ni a despreciar el trabajo de su esposa. Juntos decidieron mantener a la empleada, lo que le permitió a Alison tener más tiempo para ella y para sus hijos.

Moraleja:
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Nunca subestimes el trabajo ajeno.
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Cambiar de perspectiva puede abrir los ojos.
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Valorar el esfuerzo mutuo fortalece cualquier relación.